Pasado, Presente, Futuro


Hoy vengo con una entrada reflexiva de nuevo.
Ya he comentado en mi instagram (haciendoposibleloimposible) que hoy, viendo callejeros viajeros he recordado mi pasado.
No voy a hablar ahora de mi pasado, porque aunque tengo buenísimos recuerdos, he vivido experiencias irrepetibles y he sido muy feliz, no soy una persona que desee volver al pasado, soy más de vivir en el presente y a veces en el futuro (mal hecho).

Pero mi pasado es el que me ha llevado al presente, de una manera u otra.
Para muchas personas todo el cambio que ha dado mi vida en unos años y más concretamente en unos meses, es una locura. Algunos lo tildan de indecisión en la vida, y yo lo llamo tener MUY claro lo que quiero.

Yo he estudiado mucho y muy diversas cosas en la vida, he dedicado gran parte de mi vida a cumplir mis metas y cuando estaba en ellas he cambiado de rumbo. Pero eso no significa que no sepa lo que quiero, todo lo contrario. Y es que hay veces que tienes muy clara la meta final y vas avanzando, poco a poco, entreteniéndote, viviendo experiencias para, desde mi punto de vista, ser más sabia y después tener un gran abanico de soluciones y rapidez de decisión si la vida te sorprende con un imprevisto.

Y eso me ha pasado a mi. Siempre he tenido muy claro lo que quería en la vida: Formar una familia. Pero la propia vida no me lo puso fácil: problemas de salud, fracasos, desilusiones... Pero también momentos felices y mucho, pero mucho aprendizaje. 

Aprendes a sobrellevar las cosas, o al menos a distanciarte de lo que te hace daño y a vivir, vivir cosas que como ya he dicho te ayudarán en un futuro, siempre, todo lo que aprendas en el camino, aunque parece que te desvíes, te va a servir de ayuda.

Algunos lo ven como un: ha perdido interés en su meta principal, ahora su meta ha cambiado.
Lo que no saben es que no es así, sino que a veces para llegar a esa meta tienes que desviarte y tomar el camino más largo, porque no es el momento de tu vida, porque no tienes estabilidad, porque tu querías crear la mejor base para lo que viniera. La casa no se construye por el techo.

Pero llega el imprevisto, o en mi caso llegó el imprevisto antes de lo que pensaba: Una visita al ginecólogo en el que te dicen: Ahora o nunca. De hecho quizá incluso ya sea tarde.

¿Qué haces? En mi caso estaba claro. 

A veces nada es como tu lo habías planeado en tu cabeza, por eso es tan importante dejar margen a los imprevistos y tener capacidad para seguir adelante a pesar de ellos. Pero cuando se ponen las cartas sobre la mesa y solamente tienes una opción, ¿qué haces? Luchar por ello

Claro que existen miedos, dudas de si estaré haciendo lo correcto o no. Y lo peor de todo es que la mayoría de dudas no están en tu interior porque tú sabes que puedes, que si quieres puedes, que lucharás por darle el mejor de los futuros, que harás lo que esté en tu mano. Esas dudas vienen de la gente que te rodea, ellos las siembran.
Pero siempre tiene que prevalecer tu confianza, ser una persona luchadora. Si lo eres, tienes la batalla ganada, sea cual sea tu situación, porque sabrás buscar la mejor de las soluciones y lucharás por hacerlo realidad.


Así que en mi ganó la lucha, ganó el presente, porque el día de mañana de nuevo será el presente y al igual que hoy, lucharé porque todo salga adelante, porque más rápido o más lento quiero avanzar, no quiero estancarme.

Así que procurad que nadie os cambie la decisión, los sueños y la confianza.
Una vez tomada la decisión caminad con energía, fuerzas y sin mirar atrás, y si lo hacéis que sea para recordar todo lo que aprendisteis, pero NUNCA para arrepentirse. Quizá a lo largo del camino encontréis obstáculos pero rodeadlos, saltadlos, buscad solución a todos ellos y si os caéis, levantaros de nuevo y continuad.

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