Mi parto

Buenas koalill@s!

Tres meses y medio después, y muchas veces que me lo habéis pedido... vengo a contaros cómo fue mi parto, cómo fue esa cita a ciegas que todas esperamos que sea perfecta y que la mayoría de las veces está muy lejos de serlo.

En mi caso empecé a sentirme rara unos tres días antes. Salía a pasear pero me sentía muy hinchada, también es que tenía preeclampsia leve que me estaban controlando... Me costaba mucho andar, pero fue el día antes en un paseo cuando pensé que el momento estaba llegando y me daba mucho miedo porque aún no era el momento, estaba de 35+1 cuando decidieron nacer. Además estaban las dos en cefálica por lo que era probable intentar un parto vaginal.

La mañana del 28 de Junio, a eso de las 7 de la mañana me desperté con la sensación de estar muy mojada. En principio pensé que podía ser flujo porque venía teniendo flujo muy acuoso en las últimas semanas, pero me levanté para ir al baño y cayó mucho líquido al suelo, por suerte era transparente así que me duché, cogí las maletas que ya las tenía preparadas y me fui al hospital.

Allí me hicieron una exploración. Me decían que no podía ser rotura de bolsa porque tocaban una bolsa y normalmente se rompe la del bebé que está más abajo, en mi caso Nara. Pero me hicieron una prueba para detectar líquido amniótico y dio positivo así que era Nia quien había roto su bolsa. Así que allí que me quedaba ingresada. Estuve en una sala monitorizada durante unas horas, con oxitocina para provocar contracciones de parto. Y cuando tenía el cuello borrado me mandaron a la sala de dilatación (sobre las 12 de la mañana). En esta sala comenzó lo peor. No me podía mover porque tenían que estar monotorizadas ellas, tenía contracciones pero no me dolían nada. 
En esa sala solo podía tener un acompañante y no puede cambiarse por otro, pero mi padre se tuvo que ir a recoger los papeles en los que se demostraba que tenía una disgenesia gonadal con cariotipo normal, porque de no ser así me tenían que hacer cesárea y quitar las cintillas ováricas. Así que durante ese rato estuve sola.

Después me hicieron firmar los papeles de ellas, rellenar todo, porque al ser madre soltera lo tenía que hacer yo, así que me dijeron que cuanto antes mejor así lo hacía mientras me sentía bien. Me enseñaron las pinzas del ombligo que las iban a poner. Me emocioné muchísimo, creo que no estaba hecha a la idea de que iba a ser mamá hasta que me las enseñaron. Se me encogió el corazón, o quizá al revés, creció.
También firmé el papel de la epidural por si tocaba cesárea o llegaba un momento en que no aguantase el dolor. En este momento ya sentía contracciones que molestaban pero para nada eran dolorosas. Sobre las 4 de la tarde me recomendaron ponerme la epidural, yo no estaba muy convencida pero me dijeron que me iban a tener que romper la bolsa de Nara y que iba a doler si no me la ponía. Accedí.

La epidural me hizo vomitar continuamente, además de sentir las mismas molestias, por lo que ya no solo eran las molestias de las contracciones sino los vómitos y las horas tumbada. De momento no había signos de sufrimiento fetal así que estaba tranquila en ese aspecto, pero las horas pasaban y no dilataba más de 4 centímetros.

A las 6 de la tarde, o quizá algo más, no recuerdo muy bien las horas, pasaron a romperme la bolsa de Nara porque ella no estaba preparada para nacer, la oxitocina no estaba poniendo en marcha nada a pesar de que la bolsa de Nia estaba rota. Y a pesar de la epidural me dolió muchísimo, se lo dije al anestesista, supuestamente subió la dosis de la anestesia.

Seguían las horas y no había avances, así que a las 10 de la noche me dijeron que si a las 11 seguía así iban a tener que hacer cesárea, yo seguía vomitando y en una camilla incómodisima. Así que  al final así fue. A las 23 vinieron a prepararme de urgencia para llevarme a quirófano. ¿De urgencia? Sí, llegó un momento en el que no sé cómo todo se volvió urgente, yo ya estaba desubicada entre los vómitos, que seguía sintiendo dolores, cada vez más fuertes. Volví a decírselo al anestesita y me dijo que sí, que aumentaría la dosis para la cesárea. Pues no, no voy a ser desagradable en este aspecto pero sentí TODO. Le miraba al anestesista diciéndole que no aguantaba más el dolor y el me decía que aguantase un poco más hasta que nacieran las niñas porque anestesia general era más peligrosa para ellas. Yo solo quería morirme. 
Una eternidad después (al menos para mi fue una eternidad) por fin llegó el momento, oí el llanto de Nara, lloré de la emoción, una mezcla de sentimientos que a día de hoy recuerdo a la perfección: Dolor, ganas de que todo acabara, rabia, emoción y mucho amor, sobretodo eso, amor. A las 23:46 nacía Nara y tan solo un minuto después escuché el llanto de Nia y volví a sentir exactamente lo mismo hasta que perdí el conocimiento. No sé que pasó en ese lapso de tiempo porque no lo recuerdo, solo sé que tuvieron que reanimarlas a las dos, por lo que me contaron después. Cosa que me dio un terrible miedo cuando me las llevé a casa por si algo malo las pasaba.

Al rato desperté, preguntando como loca qué tal estaban, dónde estaban, etc. aún medio ida, me las acercaron una tras otra para que las viera y las diera un beso y se las llevaron. Tan solo las vi medio minuto y ya estaba enamorada, eran los bebés más bonitos que había visto en mi vida, eran mis hijas, mis tan deseadas hijas.

Al rato a mi me llevaron a una sala para recuperarme. Había perdido mucha sangre y me tenían que hacer una transfusión, por cierto, gracias a todas las personas que donan sangre. 

Para mi sorpresa, al despertar del todo allí me trajeron a las niñas diciendo que ya estaban perfectamente, que no necesitaban nada, ni incubadora, ni nada. Mis pequeñas guerreras estaban perfectas, porque si, son unas guerreras desde el primer minuto, desde que fecundaron, cuando me las transfirieron, cuando se agarraron fuertemente, cuando no se quisieron ir, en fin... cada segundo de vida han demostrado serlo, por mi caso no era fácil que salieran adelante y lo hicieron. Como os iba contando, yo estaba en la sala de recuperación con ellas, solo que ellas estaban lejos, y gracias a la matrona que me asistió el parto, que fue la misma que me dio las clases de preparación al parto pude hacer piel con piel con ellas durante casi dos horas hasta que me llevaron a la habitación.

Ya en la habitación se llevaron a las niñas junto con mi hermana para vestirlas, medir el azúcar y vacunarlas. Sentí que era injusto, que quería ser yo la que viviera esas primeras cosas, pero yo no podía moverme, de hecho, como ya sabéis por mi instagram después estuvimos ingresadas 8 noches por culpa de mi preeclampsia y de mis tensiones. Tuvieron que seguir haciéndome transfusiones de sangre y tomando mucha medicación para ver si conseguían bajarme la tensión y que no tuviera proteinuria en la orina. 

No era mi parto soñado, pero si mis hijas soñadas, o quizá tampoco, porque superaron mis expectativas en todo: en belleza, amor, todo. Las cogía y las tenía en el pecho y solo deseaba que el tiempo se detuviera en esos instantes. 

Tengo una sensación muy agridulce sobre el parto: Dulce porque esa experiencia tan mala, aunque con el paso del tiempo se va borrando lo malo y queda solo lo bueno y amarga por lo vivido y porque tengo la sensación de que se me ocultaron cosas, que me daban la información a medias, pero al final de todo, tengo que dar las gracias porque mis niñas están conmigo y sanas.

¿Alguna habéis tenido esa sensación durante vuestro parto? Supongo que la gran mayoría...

Pronto os hablaré sobre la lactancia mixta, poco a poco. Y si queréis que hable sobre alguna cosa más, no dudéis en pedirlo. También tengo pensado hacer un post sobre cómo llegué a la ovodonación, sé que he hablado de ello en varias ocasiones pero por IG me preguntais muchas que habéis llegado hace poco a mi perfil y puesto que en nada hace un año que comenzó mi aventura hacia la maternidad, la transferencia, la betaespera, el positivo, la amenaza de aborto, etc... quiero contaros todo para quienes estáis en el proceso.

Un besazo koalill@s!

Comentarios

  1. Pobrecita...eres toda una guerrera al igual que tus niñas. La experiencia de la cesárea es muy dolorosa pero lo importante es que las 3 estáis perfectas y eso es con lo que finalmente nos quedamos.
    Sería interesante un post sobre todo desde el principio. Besitos y gracias por compartir tu experiencia!

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    1. Gracias! Ya estoy preparando una entrada sobre ello, cómo llegué a esto y a tenerlas a ellas.
      Gracias por leernos <3

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